Chilenos ganadores de concurso mundial de adaptación climática probarán su solución en costas nacionales

Seis jóvenes chilenos fueron destacados frente a equipos de diferentes continentes en enero pasado, en la Cumbre de Adaptación Climática, por crear una solución contra el aumento del nivel del mar producto del cambio climático. El sistema, denominado "Boskelp", comenzará sus pilotos en costas chilenas a finales de marzo. 

La solución -basada en la naturaleza- consiste en un sistema de reforestación de algas que asegura su crecimiento desde el fondo del mar hasta la superficie, lo que en su conjunto, es capaz de reducir la energía mecánica de las olas. 

Según Daniela Stange, ingeniera civil industrial e integrante del equipo, se trata de "un producto que permite hacer una reforestación de algas, genera bosques que aportan a la biodiversidad y una vez que la zona esté reforestada hacer un manejo sostenible de ellas".  

Durante la Cumbre en enero se enfrentaron a equipos de Holanda, Australia, India y Kenia, que presentaron soluciones "grises" de adaptación, es decir, de construcciones de infraestructura y tecnologías.  

"La solución basada en la naturaleza fue algo que se fue dando. Encontramos que las algas tocaban un montón de problemáticas que están presentes en Chile, además del tema de la adaptación, y ahí nos dimos cuenta que esto era algo que tenía mucho más potencial que sólo un tema de adaptación al cambio climático, sino que tiene oportunidades de trabajo con la comunidad, y podía generar un impacto mucho más grande que otras alternativas de adaptación",  explica Stange.

Piloto en Chile

La idea de la convocatoria, realizada por la organización holandesa Circular Challenge, era que la mejor solución se llevara un premio en financiamiento - de 10 mil euros- para implementarla en el país de origen del equipo ganador en forma de piloto.  Es por ello, que el equipo ya se está buscando locaciones para desarrollar el sistema. Evaluando sectores costeros desde la región de Atacama hasta la región de O´Higgins.

"Nos encontramos preparando nuestro plan de negocio para la implementación del piloto. El objetivo es que nosotros implementemos un piloto pequeño para comprobar la aplicabilidad de nuestra propuesta. No queremos quedarnos sólo ahí, parte del challenge busca que esto sea un modelo de negocio para tener a futuro y estamos los seis muy motivados para continuar", comenta Stange. 

También afirma que la idea a largo plazo es encontrar nuevos fondos de financiamiento, hacer alianzas con universidades, ONG y otras instituciones para poder avanzar.